Rectificado CNC

En el corte de metales se utilizan distintos procesos de rectificado, en función de los requisitos de la pieza y la precisión deseada. El Rectificado cilíndrico interior se utiliza a menudo para mecanizar las superficies interiores de piezas cilíndricas, como taladros de precisión.

Este proceso permite obtener la máxima precisión y calidad superficial. El Rectificado cilíndrico exterior, por otro lado, se utiliza para mecanizar superficies exteriores como ejes cilíndricos o pernos y es ideal para componentes rotacionalmente simétricos. El rectificado de superficies se utiliza para producir superficies planas precisas, mientras que el rectificado de perfiles se utiliza específicamente para piezas con perfiles complejos, como Ruedas dentadas o tornillos sin fin.

El Rectificado sin centros es especialmente eficaz para la producción en serie de componentes pequeños, ya que las piezas pueden mecanizarse sin sujeción. Cada proceso tiene sus ventajas específicas, en función de la geometría, el material y la aplicación de la pieza.

Elegir el disco de rectificado adecuado es un factor decisivo para la calidad y la eficacia del proceso de rectificado. Los discos de rectificado se diferencian en abrasivos como el corindón, el CBN o el diamante, cada uno de los cuales es adecuado para materiales distintos. Los discos de diamante, por ejemplo, son adecuados para materiales duros como el carburo o la cerámica, mientras que el corindón suele utilizarse para el acero.

El tamaño del grano también desempeña un papel importante: los granos finos garantizan superficies lisas, mientras que los granos gruesos permiten una rápida eliminación del material. La dureza del disco de rectificado y el tipo de aglomerante también influyen en la duración del disco y en la precisión con la que trabaja al rectificar el metal. Un disco de desbaste inadecuado puede provocar una mayor generación de calor, desgaste de la herramienta o mala calidad de la superficie, por lo que debe seleccionarse con cuidado.

La calidad de la superficie durante el proceso de Rectificado depende de varios factores que deben armonizarse. Un punto crucial es la elección correcta de los parámetros del proceso. La velocidad de la muela abrasiva, la velocidad de avance y la alimentación deben seleccionarse de forma que procesen el material con suavidad y, al mismo tiempo, garanticen un alto nivel de precisión.

El uso de refrigerantes y lubricantes adecuados ayuda a minimizar la generación de calor y garantiza un procesamiento uniforme. Igualmente importante es el acondicionamiento del disco abrasivo. El reavivado regular mantiene el disco limpio y los filos de corte afilados. La estabilidad de la máquina también desempeña un papel clave.

Las máquinas de baja vibración y la tecnología de sujeción precisa evitan las irregularidades y mejoran la calidad de la superficie. Con estas medidas, pueden alcanzarse de forma fiable incluso valores de rugosidad exigentes, como Ra 0,1 µm.

Durante el Rectificado pueden producirse varios fallos que afectan a la calidad de la pieza. Uno de los fallos más comunes son las grietas o quemaduras en el material causadas por un desarrollo excesivo de calor. El uso de un lubricante refrigerante eficaz y la reducción de la alimentación pueden ayudar en este caso.

Otro defecto son las superficies irregulares, a menudo causadas por una muela desgastada o sucia. El reavivado regular de la muela puede evitarlo. Las desviaciones dimensionales suelen deberse a la dilatación térmica de la pieza o a imprecisiones de la máquina.

Una base estable de la máquina y la supervisión de los parámetros del proceso pueden ayudar en este caso. Por último, los problemas de vibración son una causa frecuente de mecanizado impreciso. Pueden evitarse con una sujeción precisa de la pieza y un buen mantenimiento de las máquinas. Los procedimientos sistemáticos y una cuidadosa supervisión del proceso pueden minimizar estos errores.

En el corte de metales, hay materiales que son particularmente difíciles de Rectificado y requieren enfoques especiales. Los metales duros y la cerámica técnica son extremadamente duros y abrasivos, lo que requiere el uso de muelas de diamante o CBN.

Estos materiales también requieren avances bajos y altas velocidades para evitar daños. El titanio y las superaleaciones son difíciles de mecanizar debido a su escasa conductividad térmica, ya que tienden a sobrecalentarse. Las estrategias de refrigeración optimizadas son esenciales en este caso. El acero inoxidable, por su parte, tiende a endurecerse por deformación, por lo que se necesitan muelas afiladas y un avance controlado para evitar el flujo de material. El aluminio presenta un reto diferente, ya que puede atascar fácilmente la muela abrasiva.

Los recubrimientos especiales y el uso de lubricantes refrigerantes adecuados ayudan a resolver este problema. Sin embargo, con la combinación adecuada de abrasivos, parámetros de máquina y estrategias de proceso, incluso estos materiales exigentes pueden mecanizarse con gran precisión.